miércoles, 16 de enero de 2013

Trabajo a cambio de balas



No entiendo el dinero. Son trozos de papel.
Aquí no hay metáfora que valga:
son trozos de papel.

Entiendo aún menos el oro. Es un metal amarillo.
No sirve para nada.
Para nada.

Entiendo un poco el poder. El uso de la fuerza.
La fuerza.
La que me obliga a levantarme
para hacer algo que odio
a cambio de trozos de papel.
Esos trozos de papel
ya ni siquiera representan al metal amarillo inútil.
Sólo representan la coacción.
Las armas.
La cárcel.
La muerte.

Eso representa el papel de colores,
sólo eso.

No son papeles, no. Son balas.
Son balas.
Son balas.
Sólo eso.

Trabajo a cambio de municiones,
quién me lo iba a decir

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