miércoles, 11 de noviembre de 2009

Anoche

Anoche abejarucos de hojas susurraban
Era el viento
Un parque de noche
no es lugar para las guitarras;
pero ayer ellas caminaban
y hacían sonar sus caderas de mujer
y de madera fina.

Anoche comprobé además
que es cruel abandonar un niño o un perro
pero los libros en cambio
saben cambiar de dueño y de mano suavemente,
como manchas de café en sus hojas
(los bordes crepitan levemente)

Anoche la ciudad agonizaba.
Es julio. No podía ser de otra manera.
Nadie entendería entonces como la bronquitis de la urbe,
sin harina de mostaza alguna, no ha degenerado
en muerte...

El asfalto no es producto imperecedero

jueves, 5 de noviembre de 2009

Motivos, razones

Para no caer en la peor muerte
(que es la muerte del alma)
Para que nuestros ojos
no se cierren
(que son las puertas del alma)
Para vivir y ver
y seguir siendo humanos:

Por eso,
por eso luchamos.

Luchamos para que no mueran los que mueren.
Para matar a
los que están matando.

Luchamos y alzamos la voz
Como un muro de mármol blanco;
en un grito que es un puño
y un puño que es una mano.
Y le damos la mano a los pueblos,
y a los hombres que son hermanos.

Somos la lucha que viene.
La que nunca ha terminado.
Somos pocos o muchos:
no está claro.

Pero
Paso a paso, y con la justicia
Y con la voz
Y con la mano:

Por eso,
por eso luchamos