miércoles, 23 de junio de 2010

Literatura ( IV )

La cosa fue más o menos así: Estefanía sonrió con esa boca sobredimensionada y carmín. Yo dejé caer al suelo el ejemplar de Sexus que acababa de coger (hizo un ruido tenue, era una gastada edición de Seix Barral). Estefanía miró sin interés el libro. Estefanía se me acercó mucho y me dijo algo al oído (no recuerdo qué). Estefanía introdujo con precisión mortífera su lengua en mi oreja y comenzó a lamer-chupar-comer con jadeos. Dientes. Saliva. Aliento. Estefanía me cogió la cabeza con las dos manos, me miró fijamente, cerró los ojos y me besó en la boca. Fue un beso dulce (casi conyugal, casi). Repentinamente me di cuenta de la situación, con un estremecimiento eléctrico que me bajó por toda la columna y hasta los huevos. Mis manos torpes se plantaron en su cintura, bajaron hasta el culo, palparon gozosas. Subieron por la espalda levantando el top. No sujetador. Tetas, pezones. Estefanía, operando con ansia en mi cremallera. Tetas, pezones en mi boca; pubis en mis dedos. A través de la falda. Mis dedos en su coño. Un suspiro o dos. Yo mirando de refilón entre las desiertas estanterías. Estefanía agachándose y mirándome y haciendo “shhhhh”. Estefanía chupándomela (traga, traga, como un buitre hambriento). Yo en el cielo. Estefanía de pie, con las bragas bajadas y subiéndose la falda hasta la cintura. Apoyada en la estantería y yo detrás, ya embrutecido, animal, con sólo una cosa en la cabeza. Empujar, empujar, empujar, más fuerte, más rápido, de puntillas. Tensos los dedos de los pies. Jadeos contenidos y algún gruñido incluso. Algo rápido y bueno y potente (¡A la mierda los geranios! ¡Sigue! ¡Sigue!). Estefanía gime-gime gimió ahogadamente, casi en silencio. Su rostro de lado, desfigurada la expresión, con los ojos cerrados fuertemente, la lengua fuera como una exploradora húmeda. El pelo rizado cayéndole por la espalda: una llamarada intensa en el mar. Y entonces ¡zas! me corrí como una ballena.
Fue apoteósico.

3 comentarios:

  1. Valió la pena el calvario previo.
    Si señor.

    ResponderEliminar
  2. Apoteósico, en efecto.
    El "cajama" no permitiría esta clase de privacidad :-P

    ResponderEliminar
  3. Gracias a todos. Vuestros comentarios me animan a escribir :)

    ResponderEliminar