jueves, 5 de noviembre de 2009

Motivos, razones

Para no caer en la peor muerte
(que es la muerte del alma)
Para que nuestros ojos
no se cierren
(que son las puertas del alma)
Para vivir y ver
y seguir siendo humanos:

Por eso,
por eso luchamos.

Luchamos para que no mueran los que mueren.
Para matar a
los que están matando.

Luchamos y alzamos la voz
Como un muro de mármol blanco;
en un grito que es un puño
y un puño que es una mano.
Y le damos la mano a los pueblos,
y a los hombres que son hermanos.

Somos la lucha que viene.
La que nunca ha terminado.
Somos pocos o muchos:
no está claro.

Pero
Paso a paso, y con la justicia
Y con la voz
Y con la mano:

Por eso,
por eso luchamos

2 comentarios:

  1. Esa lucha que clamas... ¿cambiará algo? porque es el mismo canto que yo escuchaba hace treinta años, y bien poco ha cambiado; han cambiado las formas, pero el fondo sigue siendo el mismo: la misma pobreza, la misma injustica, el mismo abandono...

    Saludos.

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  2. Precisamente por eso, Emilio, yo no canto a la lucha en sí. Canto los motivos por los que es necesario emprenderla. Y soy de los que piensa que el hecho de que una lucha esté condenada al fracaso, o de que sea difícil o casi imposible conseguir algo, no son razones para abandonar. Al contrario. Es lo que hace aún más necesario continuar.
    Por demás, hace treinta años yo ni siquiera había nacido... Quizá dentro de otros treinta seré yo el que piense diferente. O quizá no.

    Un saludo y gracias por pasarte por aquí. Me gusta mucho tu blog, sobre todo los poemas de verso libre.

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