martes, 7 de diciembre de 2010

El escaramujo también

Poca gente puede identificar con claridad
el impulso primero, inevitable
que les llevó a escribir.

Yo sí puedo.

Fue a mis trece o catorce años.
Quedé hondamente impresionado
cuando un amigo, mayor que yo,
(arrastraba ese aire bohemio e inseguro
de la adolescencia tardía,
y se hacía el entendido
en ginebras y noches,
siempre con un cigarrillo encendido)
me enseñó sus poemas.

Eran poemas a la mujer primera,
y, en uno de ellos,
cada estrofa terminaba con el siguente verso:
"el escaramujo también".

Ni aún hoy, ya más de diez años después
he averiguado qué cosa sea un escaramujo.
Pero ese verso me emocionó profundamente.
Ese verso ha estado ya más de diez años
en mi cabeza, como una semilla
tierna y literaria,
y ha germinado y ha crecido y ha dado frutos.

Sólo me falta que alguien, al leerme,
encuentre una semilla en mis letras:
y luego, y aunque de otro (pero para siempre)
ese árbol será siempre mío.

Y el escaramujo también.

4 comentarios:

  1. Es el fruto de un rosal silvestre. Yo encuentro semillas al leerte "y el escaramujo también" Gracias y saludos Salvador

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  2. Aquel amigo debía ser un poeta magnífico.
    Muy peculiar.

    Saludos.

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  3. Creo que te entiendo perfectamente. Y si tu amigo leyera este poema seguramente se sentiría muy orgulloso. Lo suficiente como para que tu propio poema se convirtiera en semilla en él. Imagino a tu amigo leyendo esto, tras años de sequía. Imagino ese poema del que hablas, y del que tú solo recuerdas ese verso poderoso, e imagino que quizá fue el último que escribió tu amigo. Imagino que ahora ese amigo encuentra estos versos tuyos y se ve reflejado en ellos como se vuelca un hombre adulto sobre una antigua foto de cuando era niño. Y sobre la luz de ese reflejo quizá sepa tu amigo encontrar de nuevo el camino de la poesía. Y si no, siempre nos quedará aquel sostener el mundo que se nos venía abajo en forma de estantería, o ese hacer la guerra con estrellas de goma, o ese suplicar a las tres de la mañana que no nos desalojaran el campamento ;-)

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  4. O tal vez habrá que dejarse de zarandajas y pelear duro con la novela, el enemigo más duro, ¿no?

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