Tenemos trabajos, y no sabemos
muy bien por qué. Algunos
producen cosas. Otros no.
Pero seguimos
sin saber por qué.
Al niño pequeño
se le pregunta su vocación;
pero cuando contesta
nadie le hace caso.
Muchos trabajan en los seguros,
en la banca.
No fabrican el dinero ni la seguridad.
Nadie sabe qué hacen,
que hacen ni para qué.
El niño pequeño pregunta.
Nadie le sabe responder.
“Ya lo entenderás cuando seas mayor”, le dicen.
Pero es mentira, porque
Tenemos trabajos, y no sabemos / muy bien por qué
Hola Amador:
ResponderEliminarMe parecen muy interesantes tus reflexiones. Creo como tú, que hay algo que anda mal en el mundo, y creo como tú que los mayores son niños también, que la humanidad aún es muy niña, y que el mundo es como un juguete frágil en manos inexpertas y de ahí el peligro que corremos todos. Un abrazo:
Tadeo