lunes, 6 de febrero de 2012

La derrota

Claro que la derrota puede parecer amarga.
Siempre lo es.
Aunque no lo parezca, incluso. Lo es.
Siempre.

Pero hay derrotas peores que otras.
Hay derrotas grandes,
y derrotas pequeñas.

Por eso es bueno mirar lejos
y enfrentar al menos
un combate difícil, imposible casi.
Al menos uno en la vida.

Si te derriban en los de menor importancia,
la derrota será dulce.
El dolor leve.

Un tropiezo no es nada,
nada,
cuando el camino es largo.

No se nota siquiera.

Basta con levantarse y seguir

es fácil